Una zona cerril es un área montañosa y boscosa en la que es difícil o imposible de cultivar. Estas áreas se encuentran comúnmente en regiones montañosas y se caracterizan por tener un terreno escarpado e irregular.
Las zonas cerriles suelen ser lugares difíciles de acceder y explorar. Sin embargo, pueden ser el hogar de una gran variedad de flora y fauna únicas, como arbustos, árboles de hoja perenne y vida silvestre como ciervos y osos. Muchas comunidades también han dependido históricamente de estas áreas para la caza, la agricultura y la ganadería.
En la actualidad, muchas zonas cerriles son protegidas y preservadas como parques nacionales y reservas naturales. Esta protección ayuda a garantizar que estas áreas puedan ser utilizadas para la educación y el turismo sin poner en riesgo la vida silvestre y el medio ambiente. Algunas actividades populares en estas zonas incluyen el senderismo, la observación de aves, la escalada y el camping.