
Dadaísmo
Otras de las corrientes y vanguardias artísticas surgidas en el mundo, fue el dadaísmo, el cual se define como un movimiento artístico y literario, que tuvo a Tristan Tzara como su mentor en 1916, que propugnaba la puesta en tela de juicio de todos los modos de expresión tradicionales y la liberación de la fantasía.
Surgido en el Cabaret Voltaire en Zúrich, Suiza, el dadaísmo emerge con la intención de «acabar» con todos los códigos y sistemas establecidos en el mundo del arte. Cuestiona la existencia del arte, la literatura y la poesía, de allí que se le considera un movimiento antiartístico, antiliterario y antipoético.
El dadaísmo está en contra de la belleza eterna, contrariando las leyes de la lógica, la inmovilidad del pensamiento y lo universal. Sus representantes promueven la libertad del individuo, la espontaneidad, lo inmediato, aleatorio, la contradicción, defendiendo la imperfección frente a la perfección y el caos frente al orden.
Los dadaístas también se centran en lo absurdo e introducen el caos en sus escenas, rompiendo lo tradicional de las formas artísticas. A la vez se sirvieron del uso de fragmentos y objetos de desecho cotidiano, llevándolos a proclamar el antiarte de protesta, el shock, el escándalo y la provocación, con medios irónicos de expresión.
Sobre el origen del término hasta el día de hoy es confuso. La versión más coherente afirma que Tzara al abrir un diccionario al azar apareció la palabra ‘dadá’, que en el francés significa «caballo de batalla», por lo que desde entonces fue adoptada por los integrantes del grupo Cabaret Voltaire de Zúrich.
Es de señalar que al estallar la Primera Guerra Mundial, la capital de suiza se convirtió en una especie de centro de refugio para migrantes procedentes de toda Europa que querían escapar del conflicto, entre los cuales se reunieron representantes de diversas corrientes como el expresionismo alemán, el cubismo francés y el futurismo italiano.
En tal sentido, nació la inquietud en Hugo Ball, director de teatro, y su esposa, de crear un café literario que acogiera a todos los artistas exiliados, por lo cual nació el Cabaret Voltaire, que abrió sus puertas al público en febrero 1916.
En dicho movimiento como anteriormente se dijo, se congregaron Tristan Tzara, poeta fundador del movimiento, Jean Arp, Marcel Janko, Hans Richter y Richard Huelsenbeck, entre muchos otros.
Es de recordar, que la propagación del dadaísmo obedeció a la publicación de la revista Dada, ya que con su circulación las ideas del movimiento se extendieron luego a ciudades como Berlín, Colonia, París y Nueva York.
Características
Al dadaísmo como movimiento artístico y literario cuenta con diversas características que se identifican a continuación:
- Rompe con los modelos clásicos y tradicionales.
- Tiene un espíritu vanguardista y de protesta.
- Destacan la espontaneidad, la irreverencia artística y la improvisación.
- Sus obras están cargadas de anarquismo.
- También prevalecen la búsqueda del desorden y el caos.
- El contenido de las obras experimenta lo ilógico e irracional.
- El carácter irónico, destructivo, agresivo, radical y pesimista también está presente.
- Tiene un marcado rechazo hacia los valores burgueses y la guerra.
- El rechazo al materialismo y al nacionalismo está igualmente presente.
- Es un movimiento abiertamente crítico del consumismo y el capitalismo.
En cuanto a la gráfica, el dadaísmo se caracterizó por lo siguiente:
- Mediante el uso de materiales inusuales, llevó a cabo la renovación de la expresión.
- Presentaba como objetos artísticos el montaje de fragmentos y objetos de desecho.
- Realización de collage con diversos materiales considerados de reciclaje cono el papel, etiqueta, diarios, telas, maderas, etc.
- Ejecutaban fotomontajes con frases aisladas, palabras, recitales espontáneos y pancartas.
Representantes
A continuación se nombran a los principales exponentes del dadaísmo como movimiento artístico:
Tristan Tzara, Hugo Ball, Marcel Duchamp, Salvador Dalí, Jean Arp, Man Ray, Max Ernst, André Bretton, René Magritte, Hanna Höch, Francis Picabia, Joan Miró, Raoúl Hausmann, George Groz, Theo van Deosburg, Marcel Janco, Sophie Taouber-Arp, Jean Tinguely, Kurt Schwitters, Beatrice Wood, Hans Bellmer.
Asimismo, Suzanne Duchamp, Christian Schad, Joan Brossa, Benjamin Péret, Georges Hunet, Pema Browne, Angelika Hoerle, Juliette Roche, Alice Bailly, Genco Gulan, Jeff Wassmann, entre otros.
Obras
Entre las obras más representativas del dadaísmo están las siguientes:
- Hannah Höch – «Flight» (1931).
- Marcel Duchamp – «Fountain» (1917)
- Marcel Duchamp – «LHOOQ» (1919)
- Florine Stettheimer – «Cathedrals of Broadway» (1929)
- Hannah Höch – «Around a Reed Mouth» (1967)
- Hans Arp – «Sin título» (1917)
- Suzanne Duchamp – «Broken and Restored Multiplication» (1918)
- Emmi Hennings – «Truth speaking» (1915)
- Kurt Schwitters Merz – «The Skittle Picture» (1921)
- Hannah Höch – «Cut with a Kitchen Knife Dada through the lasta weimar beer belly cultural epoch of Germany» (1919)
- Francis Picabia – «Ici, C’est Stieglitz» (1915)
- Hans Arp – «Collage with squares arranges according to the laws of chance (1916-17)
En Latinoamérica
Aunque se dice que el dadaísmo tuvo su fin en el año 1922, algunos autores sitúan el final en 1933, teniendo un resurgimiento en la década del cincuenta.
En América Latina el movimiento dadaísta no tuvo la repercusión que sí lo tuvieron otros movimientos como el realismo, destacando algunos autores con sus respectivas obras.
Franz Kafka fue uno de ellos con la obra La Metamorfosis, André Bretton con Monte de piedad, y Alberto Rojas Jiménez con Valparaíso.
Si bien fue un movimiento «rebelde» que se enfrentó a otras corrientes artísticas y literarias, no se mantuvo por mucho tiempo, pero con férrea oposición a elementos, mensajes y contenidos que encarnaban las obras del realismo, el romanticismo, el surrealismo, entre otras.