Dirigista es un adjetivo que se refiere a un sistema político, económico o social en el cual se establece un control centralizado y autoritario sobre la toma de decisiones y la gestión de recursos. En un sistema dirigista, el Estado tiene un papel fundamental en la planificación y la gestión de la economía, así como en la regulación de las relaciones sociales.
El término dirigismo se originó en la Francia de la posguerra, como una respuesta a la crisis económica y social que se vivía en aquel momento. En este contexto, se buscaba una solución a los problemas de desempleo, inflación y escasez, mediante la intervención activa del Estado en la economía y la sociedad.
El dirigismo se opone al liberalismo, que defiende la libre iniciativa, la propiedad privada y el mercado como motor del desarrollo económico. En cambio, el dirigismo promueve la planificación económica, la nacionalización de empresas y servicios públicos, la regulación de precios y salarios, y la redistribución de la riqueza.
En la actualidad, el término dirigista se utiliza para describir a regímenes políticos que ejercen un control autoritario sobre la sociedad, limitando las libertades individuales y colectivas. Los sistemas socialistas y comunistas son considerados por algunos como ejemplos de dirigismo político, mientras que el fascismo y el nazismo también fueron dirigistas en su política económica y social.