El ultraísmo según Jorge Luis Borges es un movimiento literario vanguardista que se desarrolló en la década de 1920 en Argentina y España.
Borges define el ultraísmo como un movimiento que busca la renovación y la experimentación en la literatura, rompiendo con las formas tradicionales.
Para Borges, el ultraísmo es una reacción contra el modernismo y busca superar los límites del lenguaje y la estructura literaria. En ese sentido, el ultraísmo busca explorar nuevas formas de expresión y lenguaje, utilizando recursos como la metáfora, la fragmentación y la síntesis.
Borges destaca que el ultraísmo busca la objetividad en la escritura, evitando la subjetividad y el sentimentalismo. Además, resalta la importancia de la brevedad y la concisión en la escritura ultraísta.
En cuanto al contenido, Borges sostiene que el ultraísmo es una literatura de la modernidad, que refleja la realidad urbana y la vida moderna, con temas como la máquina, la ciudad y la velocidad.
Borges también destaca el carácter cosmopolita del ultraísmo, ya que fue un movimiento que trascendió fronteras y tuvo influencia en otros países de habla hispana. Además, resalta la importancia del ultraísmo como precursor de otros movimientos literarios, como el surrealismo.
En resumen, según Borges, el ultraísmo es un movimiento literario vanguardista que busca la experimentación y la renovación en la literatura, rompiendo con las formas tradicionales. Busca la objetividad, la brevedad y la concisión en la escritura, explorando nuevas formas de expresión y reflejando la realidad urbana y la vida moderna. Es un movimiento cosmopolita que tuvo influencia en otros países y fue precursor de otros movimientos literarios.
El ultraísmo fue un movimiento literario y artístico que tuvo lugar en España y América Latina a principios del siglo XX. Surgió como una respuesta al modernismo y se caracterizó por buscar la renovación del lenguaje, la ruptura con las convenciones literarias establecidas y la experimentación con nuevas formas y temas.
Este movimiento se basaba en la idea de que la poesía debía ser pura, sin adorno ni ornamento, y buscaba eliminar cualquier elemento superfluo. Los ultraístas defendían la brevedad, la precisión y la claridad en la escritura.
Para lograr esto, los poetas ultraístas utilizaron técnicas como el verso libre, la elipsis, la metáfora abstracta y la fragmentación de la obra. Buscaban una poesía que transmitiera sensaciones y emociones de forma directa y contundente. La estética ultraísta se inspiraba en el futurismo italiano y el creacionismo francés, pero tenía sus propias características y peculiaridades.
Uno de los principales exponentes del ultraísmo fue el poeta español Guillermo de Torre. En su obra, se pueden apreciar las principales características y temas del movimiento, como la deshumanización, la velocidad, la ciudad moderna y la máquina.
El ultraísmo tuvo un impacto significativo en la literatura hispanoamericana, influyendo en poetas como Jorge Luis Borges, Vicente Huidobro y Oliverio Girondo. Sin embargo, su influencia fue efímera y el movimiento se disolvió rápidamente, dejando su huella en la historia de la literatura.
El ultraísmo es una corriente literaria que surgió en España a principios del siglo XX. Se caracteriza por su carácter vanguardista y su búsqueda de innovación en el lenguaje poético. Ahora bien, ¿por qué se llama ultraísmo?
La respuesta se encuentra en la propia definición de la palabra "ultra". Esta proviene del latín "ultra" que significa "más allá". El ultraísmo se propuso ir más allá de las corrientes literarias existentes en ese momento, como el modernismo y el simbolismo, en busca de una renovación poética radical.
Además, el uso del prefijo "ultra" también hace referencia a la idea de extremo, de romper con lo establecido. Los ultraístas buscaban romper con las normas tradicionales de la poesía y experimentar con nuevas formas de expresión, como la utilización de metáforas audaces, imágenes impactantes y ritmos sincopados.
Es importante destacar que el término "ultraísmo" fue acuñado por el poeta Guillermo de Torre en 1919. Torre utilizó el nombre "ultra" para destacar la ruptura radical que esta corriente representaba en comparación con las corrientes literarias anteriores. A su vez, el sufijo "ismo" enfatiza la naturaleza de movimiento artístico y literario que caracteriza al ultraísmo.
En resumen, el ultraísmo se llama así debido a su carácter "más allá" de las corrientes literarias existentes, su búsqueda de innovación extrema en el lenguaje poético y su ruptura radical con lo establecido. Es una corriente que representa la vanguardia y la experimentación en la literatura del siglo XX.
El padre del ultraísmo es un personaje clave en la historia de la literatura española y de vanguardia.
El ultraísmo fue un movimiento literario surgido en España a principios del siglo XX, que buscaba romper con las formas tradicionales y explorar nuevas formas de expresión artística. El padre de este movimiento fue el poeta español Rafael Cansinos Assens.
Cansinos Assens, nacido en 1882 en Sevilla, fue un escritor y crítico literario que se destacó por su defensa de estilos innovadores y su rechazo a las normas establecidas. Fue él quien acuñó el término ultraísmo para referirse a esta nueva corriente literaria que buscaba la renovación y la experimentación en la poesía y la prosa.
A lo largo de su vida, Cansinos Assens publicó numerosas obras literarias, entre las que destacan "La novela de un literato" y "Sonatas", donde desarrolló su visión vanguardista y su búsqueda de la originalidad y la ruptura con lo establecido.
El legado de Cansinos Assens en el campo del ultraísmo es innegable. Su influencia se extendió no solo en España, sino también en América Latina, donde el movimiento ultraísta también encontró eco en autores como Vicente Huidobro y Oliverio Girondo.
En conclusión, el padre del ultraísmo es el escritor español Rafael Cansinos Assens, cuya visión innovadora y su búsqueda de la experimentación y la originalidad marcaron un hito en la literatura vanguardista española y latinoamericana.
El ultraísmo fue un movimiento literario que surgió en España en la década de 1910. Buscaba renovar el lenguaje poético y romper con las formas tradicionales de la poesía. A través de experimentación y vanguardia, los ultraístas lograron revolucionar la literatura de su época.
Uno de los principales logros del ultraísmo fue introducir un nuevo estilo de escritura. Los ultraístas rechazaron el lenguaje conservador y se enfocaron en la innovación. Utilizaron imágenes impactantes y fragmentación del lenguaje para transmitir sus ideas. Esto rompió con la poesía tradicional y abrió nuevas posibilidades creativas.
Otro logro importante del ultraísmo fue su influencia en otros movimientos literarios. A pesar de su corta duración, el ultraísmo inspiró a otros poetas y escritores a explorar nuevas formas de expresión. Su enfoque en la experimentación y la ruptura de las normas establecidas abrió el camino para movimientos como el surrealismo y el dadaísmo. El ultraísmo marcó un hito en la historia de la literatura y cambió la forma en que se entendía y se practicaba la poesía.
Además, el ultraísmo contribuyó a la difusión de nuevas ideas y corrientes literarias. A través de revistas y encuentros, los ultraístas dieron a conocer su trabajo y establecieron conexiones con otros artistas y escritores. Este intercambio de ideas y colaboración enriqueció el panorama literario de la época y permitió que las nuevas corrientes literarias se difundieran y consolidaran.