El Eterismo es una corriente filosófica que surge en el siglo XIX, basada en la creencia de que hay una materia sutil e invisible llamada éter que penetra todo el universo.
Según los eteristas, esta materia impregna todo lo que existe y es capaz de transmitir la luz y el sonido a través del espacio. Esta corriente filosófica tuvo gran influencia en la ciencia de la época, ya que se creía que el éter era el medio mediante el cual se propagaba la luz y el sonido.
Los seguidores del Eterismo creen que el éter es la fuerza divina que sostiene el universo y que es el medio mediante el cual se comunican todas las formas de energía existentes. Para ellos, el éter es la sustancia divina que conecta todo lo que existe en el universo.
En la actualidad, el Eterismo no tiene tanta influencia en la ciencia como en el pasado, aunque aún existen algunas personas que siguen esta corriente filosófica y la consideran como una forma de conexión con la energía universal.